El gobierno de Daniel Ortega liberó ayer a decenas de jóvenes detenidos y levantó el bloqueo al canal 100 % Noticias, censurado durante las manifestaciones, en un intento de contener la peor crisis en sus más de 11 años de mandato que dejan ya 36 muertos en menos de una semana, según el reporte de la Comisión Permanente de derechos Humanos de Nicaragua.

Entre tanto, una propuesta de diálogo nacional para salir de la crisis recibió impulso con la decisión de los obispos católicos de mediar en el proceso, saludada por Ortega así como por el secretario general de la OEA, Luis Almagro.

La iglesia “acepta estar en carácter de mediador y testigo del diálogo convocado por Daniel Ortega, ante la gravísima situación que ha vivido la nación nicaragüense”, dijo el cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, en una breve declaración, en la que también llamó al Gobierno y a la sociedad civil a evitar “todo acto de violencia”.

El gobierno de Ortega convocó el sábado pasado a un diálogo con el sector privado, con mediación de la Iglesia católica, pero los empresarios condicionaron su participación al fin de la represión, la liberación de los presos de las protestas, y que incluya a todos los sectores de la sociedad.

El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), José Aguerri, dijo a AFP que considerada que las condiciones eran propicias para el diálogo y que los empresarios solo esperan el llamado de la Iglesia para participar.

Cautela que para Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, es normal cuando el gobierno ha usado un “método aberrante y repugnante para reprimir a la gente que protesta pacíficamente”.

En declaraciones a la cadena CNN, Báez reconoció que la iglesia ha aceptado ir como mediador y testigo del proceso, y que esperan que se logre el objetivo de la paz y la armonía en Nicaragua, “no más arreglos de cúpula, no más pactos bajo la mesa”.

El Obispo también dijo que es responsabilidad de Daniel Ortega llevar a la justicia a los responsables de los asesinatos de los manifestantes.